Cuidar cuerpo y mente. Este podría ser el epígrafe de las nuevas vacaciones. Porque hacer el turista, tumbado en una playa, cerveza en mano, representa para muchos una forma de descansar del siglo pasado. Ahora, los nuevos viajeros quieren cuidarse, y procurarse durante los períodos vacacionales lo que no pueden asegurarse en las largas semanas laborales. Así que ofertas como la meditación y el yoga en medio de la naturaleza, los retiros sin aparatos tecnológicos ni conexión a Internet, los baños de bosque, los conciertos en el mar o la importancia de la cocina saludable se multiplican en hoteles y casas rurales, que abren las puertas al bienestar como nuevo motor del turismo. En la Costa Brava y en el interior de Girona está en auge. Tanto, que incluso se ha creado el primer posgrado de Turismo y Espiritualidad en la Universitat de Girona.
Edgar Tarrès es una de las personas que está detrás del movimiento del turismo de bienestar en Girona. A través de su empresa, Mindfulkit, ofrece diferentes experiencias para cuidarse, algunas de ellas en coordinación con hoteles y casas rurales de la zona. También está detrás del primer posgrado de Turismo y Espiritualidad que impartirá la Universitat de Girona el curso que viene, para promover la formación en estas áreas. “No se trata de una moda, sino de una necesidad. Todo el mundo va estresado, por el trabajo, la familia, la sociedad, y la gente busca soluciones”.
Las experiencias tienen mucho que ver con el mindfulness, la práctica de poner conciencia plena en el presente. Por ejemplo, ofrece disfrutar de un concierto de conexión con el mar, en una menorquina que sale del puerto de Roses. La experiencia pasa por un baño bajo los acantilados viendo ponerse el sol, una cena sencilla de pan con tomate, embutidos y productos de la zona y un concierto con cantos armónicos, cuencos tibetanos, gongs y didyeridú. (Próximos días: 1, 2, 9, 15, 16, 17, 23, 24 y 31 de agosto).